Tiempo para vivir
Hay veces en que las previsiones tienen algo de pálpito, y el pálpito es que este año el turismo rural seguirá aumentando su valor en España. La Semana Santa es siempre una prueba de fuego: el turismo religioso conmueve a millones de personas y mueve, consecuentemente, millones de euros. La tradición manda y la familia traza ya sobre el papel el rumbo que seguirá en estas fechas. Lo tenemos todo: naturaleza, patrimonio y, ahora, tiempo para disfrutarlos. El Pirineo en la plenitud de sus colores de primavera, el paisaje evocador de las Merindades, la biodiversidad y el arte concentrados en la comarca de Tarazona y el Moncayo o los múltiples recursos del Valle de Carranza son algunos de los destinos que recorremos este número, en cuya elaboración y diseño hemos puesto todas nuestras ilusiones. Volvemos, ya lo veis, a lo grande, con un formato en el que la palabra GRACIAS suena más contundente. Es un placer reencontrarnos en el quiosco y hablar de lo que más nos gusta. De los rincones de España, claro, pero sobre todo de la calidad humana y profesional de quienes los mantienen vivos y saludables. Mes a mes nos abren las puertas de su corazón y sus alojamientos, y, si vosotros queréis que vuestra próxima escapada se eleve a la categoría de experiencia, os invitamos ya a participar en los sorteos de estancias que encontraréis aquí, junto con otras muchas cosas… Suenan los tambores y los nazarenos des lan solemnes por el empedrado de las calles manchegas. En La Rioja nos perdemos en los calados de una bodega centenaria y, en Almansa, saltamos a un dibujo de tiza pintado en el suelo para viajar al pasado. Nuestro destino internacional –Cuba– se quedó anclado en esa dimensión, pero últimamente mira al futuro con ojos anhelantes de progreso y el regocijo de siempre. La variedad del mundo no cabe en una revista, pero sí cierta idea de equilibrio y coherencia. Gracias por confiar en nosotros y abrirnos también las puertas de vuestro corazón y vuestras casas. Es tiempo de leer y viajar. Tiempo de vivir.