¿UNO O VARIOS MUNDOS?
¿UNO O VARIOS MUNDOS?
Cuando avistan un cachalote las diferentes tripulaciones pugnan por llegar las primeras a golpe de remo y, aparte del patrón, el personaje más respetado a bordo es el arponero. Para ellos serán las mejores tajadas, aunque la carne alcanzará a todos, cacen o no. La misma lancha o téna es un personaje crucial, pues siempre incluye madera de una embarcación anterior y es la única aceptada para el decisivo lance de enfrentarse a un cetáceo. La tradición, las Costumbres de los Antepasados, rige cada paso de la captura, el reparto posterior del botín, la construcción de la téna y, en definitiva, la vida diaria de los lamaleranos. Es una buena estrategia que les ha permitido sobrevivir sin pasar penurias y en una relativa paz social. Hasta ahora.
Poco a poco, la civilización occidental ha ido penetrando en Lembata. ¿Es lícito perseguir a un cachalote en una embarcación a motor? No, queda fuera por completo de las Costumbres de los Antepasados. ¿Qué podría hacerse con los excedentes de pesca? En lugar de intercambiarlos por maíz, ¿por qué no venderlos en mercados tan exigentes y rentables como el japonés? Ahora los lamaleranos tienen teléfonos inteligentes y acceso a Internet. Muchos jóvenes abandonan la isla para buscar trabajos precarios en Yakarta. El periodista estadounidense Doug Bock Clark, que ha convivido con los pescadores de Lembata y habla su lengua, ha escrito un libro apasionante sobre cómo la globalización puede laminar, una vez más, cualquier cultura capaz de coexistir en armonía con su entorno.