Osos polares en la isla de Wrangel

He disfrutado mucho con este librito de Vitali Shentalinski. Tiene la virtud de narrar una expedición al ártico siberiano y de tener como objeto de estudio al oso polar. Dicho así, parece una gran campaña científica, con medios ilimitados. Nada más lejos de la realidad. El cuerpo expedicionario lo constituyen sólo dos personas, el propio Shentalinski, dada su experiencia como operador de radio en la isla de Wrangel, y Stanislav Biélikov, que con el tiempo llegaría a ser uno de los grandes expertos en la especie. Desde una base soviética en la bahía de Somnítelnaia, estamos en 1972, antes de la Perestroika, deben alcanzar un precario refugio prefabricado a lomos de una motonieve que nunca deja de averiarse. Su objetivo son las montañas Dream Head, en cuyas laderas las osas han excavado sus guaridas invernales y están a punto de abandonarlas en compañía de los cachorros del año. En eso consiste precisamente el trabajo de campo: localizar las oseras, identificar a las hembras y llevar el recuento de oseznos. A pie, por supuesto, casi a cara descubierta y a muchos grados bajo cero de temperatura. Pero, a pesar de los pesares, la experiencia tuvo que ser fascinante. Poca gente se ha acercado tanto a osas con crías después de dejarse olvidado el rifle en la cabaña. Aquí el único heroísmo es de los naturalistas volcados en su trabajo.
Una primera expedición, de corto recorrido y resultados pobres, que no eclipsa la experiencia personal vivida por Shentalinski y Biélikov. Como cronista, el primero es un sensible escritor que enseguida empatiza con esa maternidad recién estrenada en el ártico. El segundo, como zoólogo, no desperdicia la más mínima oportunidad de observar a los osos y recoger notas sobre su biología y comportamiento. Serían pocos, pero eran unos entusiastas.
Y luego hay que contar con el escenario, la mítica isla de Wrangel, el último reducto conocido del mamut antes de su extinción hace apenas 4.000 años. También mantengo a Wrangel en la memoria tras haber leído otra odisea ártica, la de George De Long a bordo del Jeannette, que en 1879 intentó alcanzar el Polo Norte por la ruta del estrecho de Bering. Como relata Hampton Sides en El reino del hielo, el Jeanette pasó frente a la isla de Wrangel sin poder tocar tierra y naufragó varios días después frente al gigantesco delta del Lena. ¿Qué habría sido de De Long y su tripulación de haber encontrado cobijo en Wrangel?