Ver muestra Abre los ojos

Cierra los ojos, y escucha el murmullo del agua en las pozas y piscinas naturales y su bramido en las cascadas. Afina el oído, y re- conoce el derrotero de sus fiestas, el vaivén de sus tradiciones populares. Siente el tacto de sus piedras en iglesias y castillos y la nobleza de la madera que conforta sus casas. Busca sus árboles singulares y vuela con las aves que dibujan mensajes raros en el cielo. Disfruta de su cocina con las mejores materias primas y escribe un poema bucólico sentado a la mesa de algunos de sus mi- radores. Respira; sobre todo, respira. Estás en el norte de Cáceres, una tierra privilegiada, única, que no se guarda nada, que saca lo mejor de sí misma para enriquecernos, tanto a los que viven en ella como a los que un día la descubrimos y ya no podemos dejar de visitarla. Pasado, presente y futuro se entreveran en este territorio, que honra las huellas de sus antepasados, cuida a los peregrinos de nuestros días y cree e invierte en el mañana. Su potencial turístico es extraordinario, y lo es por su naturaleza y cultura, pero también, y sobre todo, por sus gentes, que dan sentido a las comarcas y ciudades, el Valle del Alagón, la Sierra de Gata, Las Hurdes, Trasierra-Tierras de Granadilla, el Valle del Ambroz, el Valle del Jerte, La Vera, Campo Arañuelo y Plasencia. ¡Cuánto sabor hay detrás de cada una de ellas! ¡Cuántas experiencias y aventuras nos aguardan!
El norte de Cáceres es el espectáculo de la luz que bruñe sus dehesas y el regalo de las noches que rondan sus estrellas. Son sus museos y centros deportivos, sus embalses y esos senderos que cruzaron los romanos y el emperador Carlos V. Hay tanto que decir, que este número nos ha salido sin ningún esfuerzo: solo hemos tenido que pasear y contar lo que veíamos. La vida del norte de Cáceres, sus tradiciones y costumbres, sus paisajes inagotables, ese es el alma de esta revista, ese es su contenido.
Acompáñanos en este trayecto. Ven con nosotros. Abre los ojos.