Turismo y Naturaleza

La naturaleza no entiende de monopolios. Todos sus agentes –montañas, lagos, valles,acantilados...– ejercen una libre y sana competencia, y nosotros somos los afortunados que nos enriquecemos con ella. Los destinos se amontonan en el calendario, y la ora y la fauna se integran en la oferta de los más de 15.000 alojamientos rurales que compiten, también, por ganarse nuestras simpatías. Por encantarnos.

Nuestro deseo es que leyendo este número de Turismo y Naturaleza sientanel impulso –alterada ya la sangre por la primavera– de recorrer las tierras de España y Portugal, no importa dónde exactamente ni con qué fín. Nosotros lo hemos sentido.

Hemos mirado al cielo para observar las aves que lo surcan y poner nombre a las estrellas; y, ya que no podíamos bañarnos dos veces en el mismo río, lo hemos hecho en ríos diferentes. Hemos convivido con el lobo y escuchado el canto de las ballenas. Hemos peregrinado por los cuatro puntos cardinales de la Península y por nuestras islas y nos hemos enamorado de todos y cada uno de sus paisajes formidables, excesivos y, sin embargo, virtuosos. Por una vez, ya lo ven, la virtud no está en el término medio. España es siempre más.

Estas páginas son solo un apunte, un borrador que hay que empezar a per lar ahora con la mochila a la espalda y unos prismáticos. El verdadero viaje empieza en la última página de la revista. Entre tanto, lean y disfruten con las propuestas y experiencias que hemos seleccionado, y, por supuesto, participen en nuestros sorteos. ¿Y si tocan?