Los ponis de los confines de la tierra
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Peripecia personal de la autora en las islas Shetland, situadas en el Atlántico norte y pertenecientes formalmente a Escocia y al Reino Unido, aunque sus habitantes son de origen nórdico y no se sienten muy británicos. La vida allí es inconcebible sin el apoyo que vienen prestando sus duros y tenaces ponis desde los tiempos de los vikingos.
Editorial: Errata Naturae
ISBN: 9788419158840
Año: 10-07-2024
Edición: 1
Páginas: 240
Tamaño: 14 x 22 cm
Encuadernación: Tapa blanda o Bolsillo
Idioma: Castellano
Disponible
Quizás gracias a su arraigada identidad vikinga (aun cuando estas islas son oficialmente parte de Escocia, sus habitantes se sienten nórdicos, y tanto las personas como las calles o los barcos suelen tener nombres escandinavos y los carteles del gobierno escocés son vandalizados), en este recóndito lugar se encuentra felizmente habitado por un puñado de humanos que, a lo largo de generaciones, han aprendido no sólo a salir adelante en condiciones extremas, sino a amar este territorio salvaje y llevarlo en la sangre como un hogar irreemplazable. Pero nunca lo habrían conseguido si no hubiera sido por una particular raza de robustos ponis que ha ido evolucionando durante siglos para adaptarse a ese clima glacial, y que ha garantizado la supervivencia de los isleños frente a las brutales inclemencias del tiempo y su independencia de las inclemencias del tiempo. tiranía de los terratenientes. Hasta el día de hoy, estos animales y sus guardianes humanos constituyen un único tejido de vida que se despliega en el sublime paisaje que los rodea.
Allí llegó Catherine Munro, experta en conflictos entre conservación de la naturaleza y uso de la tierra, para investigar esta relación excepcional entre humanos y ponis. En un principio su objetivo era investigar desde un punto de vista teórico, pero muy pronto la vida y los titánicos elementos que rigen el lugar tomaron la iniciativa. Así, como nos cuenta en estas extraordinarias y salvajes memorias, tras sufrir una terrible pérdida personal, Catherine encuentra, además del consuelo, una conexión hasta ahora desconocida con las personas y animales que habitan ese territorio indómito. Y toma una decisión que cambiará su vida para siempre.