Los pioneros de Doñana (1872-1959)
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Fueron varios los naturalistas británicos, con los míticos Abel Chapman y Walter J. Buck a la cabeza, que dieron a conocer el Coto de Doñana. En este libro también se habla de William H. Ridell y Guy Mountfort, así como del estadounidense Roger Peterson. Sin olvidar, por supuesto, a todos los españoles que contribuyeron a cimentar el futuro parque nacional. Muy ameno y profusamente ilustrado.
Editorial: Guadalmazán
ISBN: 9788417547912
Año: 01-11-2022
Edición: 1
Páginas: 169
Tamaño: 15 x 23 cm.
Peso: 500 g.
Encuadernación: Tapa blanda o Bolsillo
Idioma: Castellano
Disponible
«Cientos de aves se levantan a nuestro paso. No cabe imaginar un espectáculo más hermoso. Patos reales, rabudos, porrones, cercetas, malvasías, cigüeñuelas, garzas, garcetas, garcillas cangrejeras, avocetas, espátulas, fochas, zampullines, fumareles, charrancitos, chorlitos, correlimos, canasteras, archibebes... Entre todas es el flamenco la que más nos cautiva. Tomo apuntes del natural para después dibujarlos con detalle. La exuberante fauna esconde una dureza sin igual».
«Es necesario acercar la belleza, pero también la fragilidad de la naturaleza, al público general. El ameno relato de Jaime Bohórquez sobre las aventuras de Chapman, Buck y Riddell en la España agreste e inexplorada, contribuye de forma oportuna e inigualable a recordar el origen del descubrimiento de Doñana y los avatares históricos que llevaron a convertirlo en un enclave considerado Patrimonio de la Humanidad». Rafael Zardoya, director mncn-csic
«Siglos de civilización fueron alejando a los humanos de lo salvaje, lo agreste, lo inexplorado. Ese alejamiento parece consumarse a la altura del siglo XIX, fascinado por una idea de progreso que se asocia a la máquina, la industria y la metrópolis. Justo entonces algunos visionarios redescubren el valor de la naturaleza silvestre no como espacio irredento, pendiente de ser transformado y aprovechado, sino, muy al contrario, como lugar de redención. Como un último reducto de espontaneidad y libertad, en el que los humanos civilizados pueden reencontrar el paisaje del que surgieron nuestros antepasados».
Santos Casado, Departamento de Ecología, uam