En la primavera de 1992, cuando el ejército serbio empieza a castigar la ciudad de Sarajevo, Teodor Ceric´, entonces estudiante de letras, burla el bloqueo militar y abandona su país. Inicia un viaje por Europa sin rumbo fi jo, sobreviviendo a salto de mata y con empleos efímeros. Una noche, en un cine de arte y ensayo, ve una extraña película titulada The Garden, del director Derek Jarman.
Allí dará comienzo el itinerario recogido en Jardines en tiempos de guerra, que poco a poco llevará al antiguo estudiante a forjar su singular concepción de la naturaleza y del lugar que ocupa el hombre en ella. Al hilo de sus páginas, el lector descubrirá jardines famosos, como las Tullerías o Painshill Park, pero también lugares menos conocidos, al margen de la sociedad, a veces incluso en el límite de lo que consideramos un jardín. Todos comparten, eso sí, su capacidad de ofrecer al individuo un refugio donde el estrépito de la historia, que ruge más allá de sus muros, sólo es un eco lejano. «Si disponemos de poco tiempo, si alrededor de nosotros el mundo vacila y la muerte, en todas sus formas, avanza, lo único que podemos hacer es transformar una parcela de tierra, no importa cuál, en un lugar acogedor, un lugar que acoja más vida», dice el autor. Recintos donde el mundo por fi n se hace habitable: eso representan para Ceric´ los jardines que irá descubriendo en sus viajes por una Europa que parece ignorar el dolor de su tierra, devastada por la guerra.