AVES DESDE UN CASTILLO EN EL SUR DE ESPAÑA es una afortunada peripecia en la que han confluido muchos destinos. Lo es, en primer lugar, porque debió publicarse hace setenta y cinco años. En segunda instancia, porque la investigación que, de momento, culmina con su publicación es resultado de lo que definimos como una paradoja de la amistad. Este extraordinario testimonio ornitológico, escrito entre 1940 y 1944 por el pintor William Hutton Riddell (1880-1946) e inédito hasta ahora, desciende desde la peña de Arcos, se extiende por la campiña, las salinas de Chiclana, la laguna de la Janda, las sierras de Cádiz y Ronda, Gibraltar… y, por supuesto, se adentra en las marismas de la más mítica Doñana.
Riddell es el eslabón perdido de la Historia Natural en la provincia de Cádiz... o, lo que es lo mismo, del nacimiento de la ornitología como pasión y ciencia en sur de España. Es quien une a Abel Chapman y a Walter J. Buck —los autores de las celebérrimas La España agreste (1893) y La España inexplorada (1910)— con Mauricio González-Gordon Díez. Es decir, Riddell tiene la llave que abre el momento expansivo de la conservación de la naturaleza en España entre 1950 y 1970, con el paradigma que sería la creación hace ahora cincuenta años del Parque Nacional de Doñana. Es sin duda, también, nuestro primer exponente del Wildlife Art y uno de los últimos cazadores naturalistas. Aquí recogemos, por tanto, su legado perdido y afortunadamente recuperado. Un libro sui géneris repleto de ironía, de crítica y de sabiduría ornitológica.
El artista inglés, que durante dos décadas vivió en el África oriental británica —en Kenia—, se casó en 1928 con doña Violeta Buck en el castillo de Arcos, «mi casa en España», como afirma en este manuscrito, hallado entre el legado que conserva la familia Mora-Figueroa en la fortaleza arcense. El matrimonio residió también durante los veranos en «Villa Violeta», en la playa de La Barrosa, junto a las marismas de Sancti Petri, en esa «gran Doñana» que formaban todos los hum