Autobiografía desenfadada y abierta de Darwin en la que explica lo que cree que sus hijos y nietos agradecerán leer sobre su figura una vez él ya no esté en este mundo.
El naturalista inglés Charles Darwin estudió medicina en la Universidad de Edimburgo y biología en la Universidad de Cambridge. De 1831 a 1836 realizó un viaje por América del Sur y las islas del Pacífico a bordo del Beagle. Sus descubrimientos zoológicos y geológicos a partir de esta exploración constituyeron la base de sus teorías de la evolución. Además de El origen de las especies (1859), escribió otras muchas obras de gran relevancia, como Variación de las plantas y los animales en estado doméstico (1868) y El origen del hombre y de la selección en relación al sexo (1871).
«Al haberme escrito un editor alemán para pedirme un relato del desarrollo de mi mente y carácter, junto con un esbozo de mi autobiografía, he pensado que la empresa me divertiría y podría interesar a mis hijos o nietos. Sé que a mí me habría interesado mucho haber leído un bosquejo, aunque fuera breve y aburrido, de la mente de mi abuelo escrito por él mismo, y de lo que pensaba e hizo y de cómo trabajaba. He tratado de escribir el siguiente relato sobre mí mismo como si fuera un muerto en el otro mundo que recapitulara su vida. Esto no me ha resultado difícil, porque mi vida pronto tocará a su fin, ni tampoco me he preocupado por cuestiones de estilo».