Épica de lobos. Una forma de inmortalizar una tradición local, que comenzó a escribirse en 1960. Alfredo González Tejado pretende contar y conservar para la tradición local una actividad que se consideraba haber llegado a su fin a través de la naturalidad, tanto de los poemas como de los dibujos. La versificación está muy bien lograda, lleva un ritmo que facilita su lectura y anima al lector a seguir el hilo del relato hasta el final, afirma Alfredo. Se trata de una obra que, según señala, va dirigida “a un público amante de la naturaleza salvaje que ha ido desapareciendo en pro de los adelantos de la vida moderna. A todos cuantos sean amantes de las tradiciones: quienes lo vivieron les gusta recordar, quienes no lo han vivido se recrearán con estas lecturas que saben de oídas y los niños pueden aprender, entre otras cosas, a dibujar”. El autor, que fue profesor, enseñó a dibujar a sus alumnos con éstos o similares dibujos. Alfredo González se ha inspirado en su necesidad de “dejar constancia escrita, que sirva para el recuerdo a generaciones futuras, de unas vivencias que han desaparecido en la actualidad y forman parte importante de la cultura de nuestros pueblos de GREDOS. Palabras, hechos, lugares… hombres y episodios que dejaron la huella en estas tierras cuando la vida era más dura y apretada. Por todo ello, el lector encontrará en ‘Epica de lobos’, unas amenas narraciones en verso con ilustraciones que le transportarán a paisajes y escenas de insospechable belleza.

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